La confortabilidad en un pavimento és un plus

04/07/2018
La confortabilidad en un pavimento és un plus

Hace unos días mi coche murió, disculpen que sea tan melodramática,  no es para menos; llevábamos juntos quince años y más de trescientos mil kilómetros. Debo decir que este antropomorfismo por mi viejo coche, no ha sido compartido en igual medida por los concesionarios o talleres, lo han valorado poquísimo y no he tenido más remedio que comprar un coche nuevo. Ce La vie! Qué le vamos a hacer.

En mi periplo por las distintas marcas y modelos, no pude evitar acordarme del concepto Ziritione. Lo sé, soy muy antigua. Les refrescaré la memoria. Según ellos, el concepto Ziritione agrupa a un conjunto de sensaciones placenteras  que se manifiesta de forma sorpresiva y espontánea  en todas aquellas personas que conducían un coche de esta marca.

Qué enrevesados son estos señores del marketing, ¡vaya! Lo que nos venían a contar es que el coche estaba pensado para que estuvieras a gustito conduciendo. Ni más ni menos.

Ojo, que tampoco es poco. Verán, los vehículos, hasta ese momento, se diseñaban bajo estudios ergonómicos. Con ello se pretendía que al conducir no tuvieras que realizar ningún sobreesfuerzo, gracias a este supuesto, por ejemplo, muchas marcas y modelos patentaron la dirección asistida o el freno ABS. Qué grandes inventos, ¿verdad?

Pero allá por los noventa se dio una vuelta de tuerca más y se empezaron a diseñar los coches con la perspectiva del confort. Ya no se trataba sólo de facilitar la conducción sino que además  añadían  factores que deleitasen la conducción: reducir el recorrido del embrague, la elasticidad de las espumas de los asientos, los colores interiores, la disposición de las lunas para que no pasases calor, las dimensiones del habitáculo, el ruido de las puertas al cerrarse y un largo etcétera de banalidades que sumadas daban un resultado espectacular y sobretodo diferenciador.

La palabra Ziritione no tuvo éxito, supongo que al estar asociada a una marca concreta, el resto de fabricantes no quiso contribuir a su expansión, claro. Pero el concepto en sí mismo sí que caló y  todas las marcas  introdujeron el concepto de confortabilidad  a sus sistemas de diseño y  fabricación. Cada uno lo hizo a su manera, pero de pronto aparecían eslóganes como: ”¿Te gusta conducir?“ o “Devora la carretera” o “Diviértete o muere”.

Si lo analizamos bien, vemos que no sólo la industria automovilística hizo patente la baza del confort. Esta misma idea caló en otras industrias: la alimentación, la cosmética, la ropa, el calzado y también cómo no, la industria de la construcción y la de sus acabados. Hoy en día, aportar ese plus para que el consumidor este más “a gustito” es ya un deber.

En Wesdurlan también aportamos ese plus de intangibilidad en la elaboración de un pavimento

Al igual que con un coche son muchos los factores a tener en cuenta: el color del pavimento, la rugosidad final del suelo, las mínimas pendientes que faciliten la limpieza, que al pasar maquinada pesada por encima no haga ruido e incluso que no te canses tanto si estás todo el día de pie sobre él (éste es el caso de los pavimentos de cocinas).

En definitiva todo ese cúmulo de pequeñas cosas supone un sello, una forma de hacerle saber a nuestro cliente que sí, que le entendemos y que estamos con él.

No podemos detallar todas esas características en un presupuesto o las fases de un pavimento, son cosas intangibles pero que al igual que el Ziritione es algo que aprecias cuando llevas kilómetros con él.