Nuestra nariz, fuera de los complejos que puedan deberse a su morfología, custodia nuestro más preciado sentido; el olfato. Ese proceso mágico de oler los científicos lo explican mediante los siguientes pasos: las moléculas de los compuestos químicos que pululan por el aire llegan a la nariz y se disuelven en la humedad de sus […]